Nunca tuve verguenza de nada, por eso, me pregunto porqué hoy habré tenido miedo de ir a saludarte. Simplemente decir "hola, que tal?" sin embargo mis piernas no reaccionaban con verte a lo lejos, rodeado de amigos, mis mejillas se tornaban de un extraño color rubí.
Finalmente me animé a acercarme pero solo pude estar contigo unos segundos.
Ya lo sé, lo descubrí, me gustas mucho. Así de simple.
No hay comentarios:
Publicar un comentario